Amar

«Dios es amor» (1 Jn 4, 8). «‘Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas, amarás a tu prójimo como a ti mismo’” ... Recordemos que “nosotros amamos, porque Él nos amó primero” (1 Jn 4,19) Nos amó y se entregó por nosotros (Ga 2,20).

This is the author

 

Dios, que es amor, nos creó por amor y para que podamos amar a los demás permaneciendo unidos a Él. Las dos dimensiones del amor, a Dios y al prójimo, en su unidad, caracterizan al discípulo de Cristo”, como hermanas es una invitación a todas a proyectarnos no solo hacia las urgencias de nuestros hermanos más pobres, sino sobre todo a estar atentos a su necesidad de cercanía fraterna, de sentido de la vida y de ternura, haciendo vida el lema de nuestra fundadora “Amor que Sana”, que nace y se fortalece de la experiencia del amor de Dios en nuestra propia vida.

Dice el Papa Francisco: “amar a Dios significa invertir cada día sus energías para ser su colaborador en el servicio al prójimo sin reservas, en la búsqueda del perdón sin límites y en el cultivo de relaciones de comunión y fraternidad”. Y el prójimo, dijo el Papa, es la persona que encuentro en el camino de mis días. No se trata de preseleccionar a mi prójimo, sino de tener ojos para verlo y corazón para amarlo. Si practicamos el ver con la mirada de Jesús, siempre escucharemos y estaremos al lado de los necesitados.

Como hermanas dominicas seguidoras de Cristo no sólo somos convocadas a practicar el amor al prójimo en asuntos materiales, sino también a llamar la atención de los hombres hacia el Evangelio de Cristo. En el cuidado de los enfermos, las hermanas ponen de manifiesto, con su abnegada ayuda, el amor redentor del Señor. Así también queremos que los ancianos experimenten sin cesar, por medio de nosotras, de que su vida, desde el punto de vista de Dios, tiene un gran sentido. A los marginados de la vida queremos darles con nuestra cercanía seguridad y confianza. En la educación nos esforzamos por despertar en los jóvenes la esperanza por la fe en Jesucristo, y de este modo prepararlos para la vida.

“Que rápido pasa el tiempo, y que poco se puede hacer para Dios!”
by Madre Cherubine

Madre Cherubine