CARISMA


Madre Cherubine, desde una experiencia espiritual, recibe el carisma del “Amor que Sana”, al igual que Santo Domingo de Guzmán, “para anunciar la verdad que es Cristo mismo, mostrándonos con su testimonio de vida el camino del Amor a Dios y su misericordia”.


Santa Catalina de Siena, “Mística del Apostolado”, comprendió de un modo singular la misión apostólica de Santo Domingo. Su profundo amor a Cristo la impulsaba a entregarse a la ayuda de los que sufren y de los que se hallan en peligro, para anunciarles la amorosa misericordia de Dios.


Es por ello, que nuestro carisma esta basado en el legado y testamento espiritual que nos deja nuestra fundadora, que se resume en “Servir a Dios y servir a los hombres”. Buscando la salvación de las almas, por medio de la oración y penitencia, así como también con obras de amor cristiano y misericordia para con los desfavorecidos y los pobres enfermos.


Partiendo de esta actitud fundamental, se comprenden nuestras obras: atención a los enfermos y ancianos, cuidado de los pobres, educación e instrucción, catequesis a los niños, jóvenes y otros servicios pastorales.


La madre Cherubine, con su amor a la sencillez, con su amor a las personas como son, con su amor a los lugares a donde Dios la llamó y en su modo tan positivo de olvidarse a sí misma, nos anima con intensidad y fortaleza a vivir lo que estamos llamados como comunidad. Vivir EL AMOR QUE SANA, una con la otra y con los demás. 


 

 

El carisma es una experiencia del Espíritu que consiste en una real manera de configuración con Cristo en una dimensión de su misterio, hasta el punto de poder ser, en la Iglesia, testigos de esa dimensión, es un don de Dios para construir la Comunidad, lo que define nuestro ser y misión.

Todo nos guía a Dios, si buscamos solamente a Él.

Madre Cherubine